Camareros extras: un as bajo la manga

12 octubre, 2017 0 Por redaccion_01

camareros extras

Ya sea que se esté organizando una fiesta de cumpleaños, graduación, aniversario o cualquiera de los tantos motivos por los cuales la gente se reúne para compartir charlas amenas, comidas sabrosas y buena música; parte de los muchos elementos que hay que considerar si se desea alcanzar el éxito es disponer de suficiente personal de logística y de camareros extras.

Invisibles pero siempre presentes

Puesto que constituyen la fuerza discreta y poderosa que se asegura de que todas las partes del festejo estén perfectamente coordinadas de principio a fin. Entre ellas:

  • Recibir a los invitados y guiarlos a la sala donde ocurre el evento.
  • Repartir los bocadillos a intervalos apropiados dando a todos la oportunidad de probarlos, calmadamente.
  • En caso de haber platos calientes que requieran cocción, tener un grupo en la cocina coordinando los diferentes alimentos, de modo que lleguen con el nivel exacto de temperatura.
  • Sin olvidarse de mantener un ojo atento sobre los convidados, para que, si necesitaran asistencia, esta les sea provista con la mayor prontitud y deferencia posible.

Cómo identificarlos

Prestando atención son fácilmente distinguibles, porque visten de forma pulcra y elegante. Portan un uniforme, que aunque varía de una empresa a otra, suele constar de zapatos negros y pulidos, pantalones oscuros y camisa blanca hasta los puños. A partir de aquí, puede ser que lleven delantales, chaquetas sin manga o trajes y una corbata o corbatín.

Tratándose de una de esas fiestas elegantes en la que los hombres llevan una vestimenta parecida, se requiere ubicarlos por su actitud. El oficio les obliga a estar atentos. Se notará entonces que tienen una mirada despierta y vigilante, se desplazan rápida y silenciosamente y dependiendo de si van entrando o saliendo, cargan algún plato o vaso, lleno o vacío, con ellos.

Al final, es factible en pequeñas reuniones que el organizador o un voluntario se encargue de estas tareas. No obstante, en eventos más grandes, después de todo el trabajo previo de coordinación, poder relajarse y solo disfrutar de la bien merecida velada es un lujo que se da el anfitrión cuando se sabe en manos capaces y formadas para la tarea, los camareros.